La animación española irrumpe en Europa
Dedicarse a la animación de forma
profesional hoy en día es la ilusión de muchos jóvenes que han nacido en la era
digital. Para ellos, los dibujos y los videojuegos son más importantes que para
los que pertenecemos a generaciones anteriores, y la posibilidad de dedicarse a
ello es una necesidad que va en aumento.
Pero lograr entrar en la industria de la animación no es una tarea fácil,
y más si hablamos de hacerlo dentro del territorio español. Crear una película
animada de éxito puede ser el objetivo final, pero para llegar a ello hay que conseguir financiación, promoción,
distribución y un montón de trámites burocráticos que nada tienen que ver
con la creatividad del animador.
Precisamente estos días se está
celebrando en Burdeos la decimonovena
edición de Cartoon Movie, un
reconocido foro europeo que promociona la producción y distribución de
largometrajes de animación.
De 55 proyectos
presentados en esta edición, 17 están firmados por franceses, seguidos por
alemanes y belgas, con 5 proyectos cada uno. Si traducimos el evento en cifras,
hablamos de un total de 76 horas de
animación con un presupuesto de 303,5 millones de euros.
Calidad marca España
Los españoles estamos
de enhorabuena, porque este es el primer año, de los 19 que lleva celebrándose,
que logramos participar con tres
largometrajes. Los afortunados son: Buñuel en el laberinto de las
tortugas, Unicorn Wars y Awakening Beauty, todos ellos dirigidos al público
adulto, sumándose así a la tendencia del mercado europeo actual.
Buñuel en el
laberinto de las tortugas
recrea el rodaje de Las Hurdes, conocido
cortometraje de Buñuel, y aún se encuentra en fase de desarrollo. La dirige
Salva Simó, en la producción cuenta con la participación de RTVE y tiene
previsto ser estrenada en 2018.
Unicorn Wars
está firmada por
Alberto Vázquez, que vuelve después de "Psiconautas, los niños olvidados" y
"Decorado" con un proyecto que él mismo define como "una mezcla
de 'Bambi' y 'Apocalipse Now". Unicorn Wars está en fase de
financiación y será una coproducción española-francesa.
Y, por último, Awakening Beauty es una película de
animación 2D con la violencia de género como hilo conductor, dirigida por
Manuel H. Martín, cineasta y director del de Festival de Huelva.
Sin duda estos
proyectos son una buena representación del sector fuera de nuestras fronteras,
pero nos queda una sensación de cierta escasez y de que se puede hacer mucho más teniendo en cuenta la cantidad y la
calidad de los profesionales españoles dedicados a la animación.
Un largo camino por recorrer
Es cuestión de
formación y de apostar por un mercado en alza que en otros países ya goza de
una importancia consolidada. En España aún cuesta concebir que alguien que
quiere formarse en este sector pueda llegar a ejercer y, sobre todo, a
prosperar como profesional.
Hoy en día existen escuelas especializadas, como ESNE,
que ofrecen la posibilidad de estudiar animación para adquirir una
base universitaria y un título oficial.
A nivel nacional
tenemos muy buenos animadores y cada año
aumenta el interés por estudiar este tipo de disciplinas, pero aún queda un
largo camino que recorrer para alcanzar a otros países más avanzados en este
sentido.
Pero esto tiene
una lectura positiva: si casi todo está por hacer, hay cabida para todos los
que sientan la necesidad de aportar al mundo de la animación su granito de
arena. Solo hay que tener pasión, saber dónde estudiar animación y
hacer lo posible por hacerse un hueco.
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