Las
computadoras cuánticas realmente representan la próxima generación de
computación. A diferencia de las computadoras clásicas, obtienen su poder
informático al aprovechar el poder de la física cuántica. Debido a la ciencia
bastante nebulosa detrás de esto, una computadora cuántica práctica y funciona
sigue siendo un vuelo de fantasía.
Si
se les brinda a las personas acceso a una computadora cuántica a través de
Internet, tendrán computación cuántica en la nube. Actualmente, la única
organización que proporciona una computadora cuántica en la nube es IBM.
Permiten
el acceso gratuito a cualquier persona que desee utilizar su máquina de 5
qubits. De hecho, su última invención fue una máquina de 17 qubits. Hasta
ahora, más de 40000 usuarios han aprovechado su servicio en línea para realizar
experimentos. Para no quedarse atrás, Google apunta a proporciona una
computadora cuántica en la nube en los próximos años con 49 bits.
Entonces,
¿qué es un qubit y cuántos se necesitan?
La mayoría de los expertos estarían de
acuerdo en que necesitas al menos 100 qubits antes de que se pueda realizar
algo útil en la computadora cuántica. El único vendedor de computadoras
cuánticas, D-Wave, tiene una máquina actual con 1000 qubits y está trabajando
en otro modelo con el doble de esa cantidad de qubits. Una computadora cuántica
viable aún tiene décadas de inactividad, pero promete un rendimiento millones
de veces más rápido que una computadora clásica.
Qubit
es la abreviatura de una secuencia de bits cuánticos. Con una computadora
clásica, los datos se almacenan en pequeños transistores que contienen un solo
BIT de información, ya sea el valor binario de 1 o 0.
Con
una computadora cuántica, los datos se almacenan en qubits. Gracias a la
mecánica de la física cuántica, donde las partículas subatómicas obedecen sus
propias leyes, un qubit puede existir en dos estados al mismo tiempo. Este
fenómeno se llama superposición.
Acceder
a una computadora cuántica basada en la nube combina exponencialmente los
beneficios de ambas tecnologías. La computación cuántica podría ayudar en el
descubrimiento de nuevos medicamentos, al desbloquear la compleja estructura de
las moléculas químicas. Otros usos incluyen el comercio financiero, la gestión
de riesgos y la optimización de la cadena de suministro.
Con
su capacidad para manejar números más complejos, los datos podrían transferirse
a través de Internet con un cifrado mucho más seguro. Si se pueden resolver los
obstáculos prácticos, la computación cuántica en la nube en los próximos años
se convertirá en una tecnología de tan largo alcance como la inteligencia
artificial.
¿De qué
trata la computación cuántica en la nube?
La
computación cuántica en la nube es un medio de conexión en red de servidores
remotos que están alojados en Internet. En lugar de almacenar y procesar datos
en un servidor local o en el disco duro de un PC, se utiliza uno de los
siguientes 3 tipos de infraestructura en la nube.
El
primer tipo es una nube pública. Aquí, un proveedor externo administra los
servidores, las aplicaciones y el almacenamiento de manera muy similar a una
utilidad pública. Cualquiera puede suscribirse al servicio en la nube del
proveedor, que generalmente se opera a través de su propio centro de datos.
Una
empresa u organización generalmente usaría una nube privada. Esta podría estar
alojada en su centro de datos en el sitio, aunque algunas compañías lo hacen a
través de un proveedor externo. De cualquier manera, la infraestructura informática
existe como una red privada accesible a través de Internet.
La
tercera opción es una nube híbrida. Aquí las nubes privadas están conectadas a
nubes públicas, lo que permite compartir datos y aplicaciones entre ellos. Las
nubes privadas que existen por sí solas ser muy limitantes, y una híbrida
ofrece a un negocio más flexibilidad. A menudo, una nube híbrida incluye
múltiples proveedores de servicios. Las nubes híbridas pueden ofrecer más
capacidad de cómputo para una aplicación comercial cuando la necesidad de ella
aumenta. Esta expansión repentina en la nube pública se conoce como explosión
de nubes.
Los
híbridos también permiten que las aplicaciones mantengan datos confidenciales
del cliente en una nube privada, pero se conectan al software del usuario final
en una nube que es pública.
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